Pocos placeres son tan gratificantes como sentarse en un velero en la inmensidad del mar con el viento rozándote la cara y la salitre acariciándote todos los poros de tu piel. Cuando miro la nueva silla de Todd Fillingham "A deck Chair" me vienen ese recuerdo a la cabeza... y es que este Danés se ha inspirado en el diseño de embarcaciones de mediados de siglo para crear un sillón donde contemplar, donde relajarse.
A base de Nogal y Cedro Blanco (dos maderas utilizadas en barcos) y un poco de acero inoxidable ha creado una estructura que parece capaz de surcar los mares.
Learning to fly - S'envoyer en l'air
Hace 2 días
2 comentarios:
Que pasa Don Rafael!! Pues sí, a mi también me inspira ese velero, y me iba ahora mismo donde me llevase el viento. Algún día, algún día...
Estoy metiéndome ahora en fotografía de arquitectura e interiores (ya he hecho algún trabajito). Así que si alguna vez tienes algo te echo una mano, y nos tomamos unas cervecitas, que hace mucho que no nos vemos.
Un abrazo, golfo!
Vaya, qué chulada... Además una entradica que no había visto. Eso sí, lo de los 360 € por la sillita de marras... Casi prefiero seguir ahorrando para comprarme el barco.
besicos p8los
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