Pocos placeres son tan gratificantes como sentarse en un velero en la inmensidad del mar con el viento rozándote la cara y la salitre acariciándote todos los poros de tu piel. Cuando miro la nueva silla de
Todd Fillingham "
A deck Chair" me vienen ese recuerdo a la cabeza... y es que este Danés se ha inspirado en el diseño de embarcaciones de mediados de siglo para crear un sillón donde contemplar, donde relajarse.
A base de
Nogal y
Cedro Blanco (dos maderas utilizadas en barcos) y un poco de acero inoxidable ha creado una estructura que parece capaz de surcar los mares.